La muerte de Santiago
San Miguel, 2018
1
Bendito de siega
y lastimado norte la mirada
qué fue de tu reinado
si mascando tropezaste así
en cada escalón de la gracia
si cuando azuzada llamó la rabia
sangrabas demonios en el lecho
al temprano vocear de un estrellero
asomando al mundo tus vestidos
escanciando maldiciones de aguador
o bocetos de guerra prolongada
atento a las cercas del martirio
al sucio dardo de las manos
sí acortando trecho bandido
torciendo tendones e imposturas
sorteando terremoto negro
revolviendo salados glifos
especies de aquel sueño
y trocaste por sangre la medalla
reformado de parásitos
o bien pariste caminata
con los nodos alardeando
una larvada de rincones
la trilla pulmonar te suplica:
Santiago, hermano,
no asomes tus escamas
esta víspera de maderos
culpable de la otra mejilla
bella cual ojo en el espejo
obrando otra clase de arcos al deseo
soles ahogados y cubiertos
como ese único de la baraja
hecho de tu propia sangre
triste de verte hendir
la comuna roja al cayo
las tumbas de tu hogar amargo
esas caricias de gitano
las manchas orgullosas de tu mesa
coordenadas al infierno
donde recibes migaja y ceremonia
liturgia cadalso cuadratura
ya bruja temible
ya alacrán hundido
tu aliento no dará cosecha
ni palomas, Santiago
templos ni columnas
hijos del hombre
con icono ruinoso
que contempla bailando
aunque lleves hábito escapulario
mugre costado vértebra
banderas péndulo garganta
boca que diga demagogia
abogado y rectoría
Santiago, encamina estas almas a tu suelo
sin apóstol báculo ni trueno
sin recorrer pasillos
hacia tu comienzo de lagaña
o la caída de tus años
Santiago, hijo de la sombra
saturnino en su calenda
sílaba tranvía
de nuestra lengua dichosa
tuyos, Santiago
2
La rosa cantó su fosa roca gorga y se sentó
gritando
al fondo de la mañana
y fue temprano
aún dormía
cuando quitó años al mantel
cortó el otoño a ras de noche
y lo montó al anca
sumiso a la enseñanza
mudo de entregar la cabeza
al elemento que te espera
pero allí suena poco lo que tiene
las manillas cogen frío
y se hace más allá del agua
se va por la norteña secuencia de caer bajo la cola
y si me rio pensando
en las polillas quietas
en el pesar conjunto de todos los días
amarillo
cuesta trecho aterrizarse
la rabia, darle oscuro
meterle manteca
escaños
apuntarlo
en la mitad siempre molido
cuando el puño
amando encierra
la mitad de la mariposa
el cetro del bufo
en menguante tentativa de socorro
la ofensa cantó todas las coplas
y hecha mundo partió libre una rosa
3
Debajo de tu puerta nos mostramos
sonreímos
te esperamos treinta días
mencionamos la necesidad
hicimos cama
dimos cambio a las mortajas
en movimientos de sabatina opacidad
y nunca fue tan ancho este pasillo
o dio tanto brillo
cuando el soldador picó la gloria en el pozo detenido
entonces recuerden palideció ante ustedes
de sonrisa y músculo
dando señal áspera
para que vaya a la enredadera
o de la verja a su salar
sin recordar la sombra
ni la boca
cómo estuvo sentado aquel día
cómo sintió de tres ojos su cara
y quieto en su mundo
nos mira y dice
Pablo, está sonando la puerta
y acuden numerosos bastardos
o se van soplando
cámara mandala
sí corriendo
torciendo tobillos
sí abriría la puerta
con las estrellas de otro
de sol cancionero y gruta
de ángulo para sus antenas
asqueada de pantalones
superando turbas y cojines
escalofríos tubulares
qué sientes qué hinchas qué mientes
y te sorprende de puntas
y queda todo muy severo
en su hora exacta
atravesando con daga a una caracola
en las escaleras de la recta provincia
un perro gastado
de aquí no se mueve
4
Tú no lo recuerdas
hace siete años
cuando los peces
cuando se tumbó la torre
y crearon un mundo para sí
aquellos ignorados
o simplemente
se pusieron los zapatos
y se fueron directo
a la lleca o a la zapla
sin merienda ni tortilla
y no tuvieron tiempo de pensar
la demora anticipar aspectos
de ayer te hablo
tardes frías atrás
lunaciones enterradas
y esa lección
del segundo once
de ojo vendado
sin novilunio
sin balas de guitarra
pequeño hermoso,
hijo de la patria
en qué momento sonó tu trompa
por qué del puerto vienes cojo
a cuestas la rodilla
con el peso de seis tardes
con olor a cana
con sabor a huelga a matapacos
a piedrazo barricada y revolución
con el paño rajado
ten paciencia
que el abogado va con la denuncia
y nunca
nunca más pasará
según la legislación vigente
o todo eso no te importa
no te place de la estrella su blancura
su virgen su harina
el celofán marino del muerto
melena roja, tuviste la fiebre otra vez
lo mandan no ves
sí y línea directa con la patria
con la comandancia en jefe
con la dirección de inteligencia
con la vaca Gordon
con la vaca Hinzpeter
con la vaca sagrada
espécimen honorable
empresario casado chileno
viste zurdo conchetumadre
la quisiste hacer
y ahí no más quedaste